CARTA VERACRUZ





Declaración por la Paz, suscrita por las estructuras americanas de la Orden Masónica Mixta Internacional “LE DROIT HUMAIN”, reunidas en el IX Coloquio Americano que se celebró del 1 al 4 de noviembre de 2018 en Boca del Río, Veracruz, México.


A partir del año 1937 tiene lugar el inicio de un prolongado goteo de españoles que, pisando  tierras Veracruzanas, huían del horror de una guerra fratricida basada en el odio al pensamiento crítico, al ser diferente y a las libertades de todo tipo. La Guerra Civil española, tuvo muchas consecuencias. Por una parte sumergió a un país democrático en el que la Masonería florecía, en un largo período de oscuridad, del que por fortuna ya despertó. Por otra quedó demostrado, una vez más, que para una gran parte de la clase política de la época pesaban más las medallas profanas que los valores, más el oro que el respeto a las leyes vigentes y a la solidaridad entre los pueblos. Y quedó demostrado, igualmente que la mayoría de las naciones abandonaron a su suerte a un gobierno legítimamente elegido por el pueblo soberano.

En el lado opuesto de la balanza, la Masonería mexicana, representada por su Gran Maestre y Presidente de México, Lázaro Cárdenas, dio un gran ejemplo de fraternidad al mundo, acogiendo entre 20,000 y 25,000 refugiados republicanos, de los de aproximadamente el 28% eran iniciados en la Francmasonería. Estamos hablando de unos 6,500 hermanos aproximadamente, incluyendo al Gran Maestre del Gran Oriente Español, Diego Martínez Barrio, a la sazón Presidente del Gobierno de la República en el exilio.

La generosidad y la fraternidad del Pueblo Masónico Mexicano fue un ejemplo de cómo los lazos fraternales que unen a la Masonería a lo largo y ancho del Planeta, pueden ser un bálsamo ante el dolor del exilio y la dignidad de los exiliados.

Tristemente el mundo del que formamos parte  anda permanentemente envuelto en tormentas y luchas que aplastan con insistencia y con saña cada uno de los artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos presentada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948.

En América Latina en general y en México, en particular, se percibe con una cotidianidad familiar que asusta,  que los representantes políticos no cumplen con los cometidos para los que fueron elegidos, es decir: mejorar el nivel de vida de los ciudadanos administrados y aprovechan sus posiciones de privilegio para enriquecerse sin pudor, sumergiendo a sus pueblos en una pobreza de la que resulta casi imposible salir. La corrupción se ha generalizado en toda la sociedad, los crímenes, secuestros, asaltos forman parte de un paisaje urbano que ya no nos espanta. Los feminicidios, abusos sexuales a mujeres adultas  e inclusive a menores de edad son parte habitual de nuestra vida y esta sociedad se está acostumbrando a la violencia. Violencia de género, física, económica, laboral, ambiental, religiosa y cultural que menoscaba las libertades individuales y colectivas.

La Masonería Universal ha sabido, en los momentos más obscuros de la humanidad, aportar la luz necesaria para encontrar los caminos adecuados.  Nuevos retos se nos plantean y nuevos problemas  surgen en una sociedad globalizada e intercomunicada. Asuntos que no debemos eludir y que se hace más necesario que nunca su estudio en nuestras Logias, para arrojar algo de luz al edificio común del que todo ser vivo formamos parte.

Es en el contexto del  IX Coloquio Americano, en el que las Logias americanas de la Orden Masónica Mixta Internacional “LE DROIT HUMAIN - EL DERECHO HUMANO”, reunidas en la ciudad de Boca del Río, Veracruz quieren  manifestar que:

1)      Los poderes públicos, en cualquiera de sus ámbitos, municipal, estatal o federal, tienen la obligación ineludible de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sin menoscabo  alguno de sus libertades, tanto individuales, como colectivas.

2)      La libertad de pensamiento es uno de los derechos  inalienables de todo ser humano. Y se convierte en la piedra clave de la libertad de conciencia y de expresión. Aunque los poderes establecidos primero nos hacen creer en sus consignas y luego razonarlas para justificar su aceptación, el proceso debe ser el opuesto: Es decir razonar sobre lo que nos dicen y luego cada uno podrá creer o no en ello (libertad de conciencia). Sin libertad de pensamiento, la libertad de conciencia y la de expresión carecen de valor. Reconocemos el método masónico como una pieza esencial para generar individuos críticos que desarrollen plenamente la libertad de pensamiento.

3)      Reconocemos la libertad sexual, entendida como la facultad de la persona para auto elegir libremente su expresión sexual, sin más limitaciones que el respeto a la libertad ajena. Ningún individuo podrá ser discriminado por sus preferencias sexuales, expresadas en libertad y respeto, ni fuera, ni dentro de los talleres masónicos.

4)      Conscientes de que el calentamiento global del Planeta Tierra pone en peligro la supervivencia de la especie humana, y está creando un nuevo tipo de exiliados, los ambientales, apoyamos el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático en el que se insta a que se mantengan  las temperaturas medias globales "muy por debajo" de un aumento de 2 °C desde lo que eran antes de la Revolución Industrial. Un aumento de la temperatura mayor de 3 °C podría conllevar  efectos "catastróficos", y un aumento mayor de 5 °C podría dar lugar a consecuencias "desconocidas" con amenazas potencialmente letales para nuestra especie y muchas otras. Por ello se constituyen una prioridad de las Logias americanas de LE DROIT HUMAIN la lucha activa contra el calentamiento global, difundiendo y adoptando usos respetuosos con el medio ambiente, tanto en nuestra vida masónica, como en nuestras actividades profanas.

5)      En base a lo expresado anteriormente, manifestamos que la libertad de empresa no puede estar por encima del derecho ambiental.

6)      Reconocemos que la libertad cultural es condición necesaria para la conformación de Estados plurales. Los gobiernos deben garantizar las condiciones para que las personas puedan ejercer su libertad de escoger su identidad cultural y llevar la vida que deseen sin ser discriminados o excluidos por ello. Favoreceremos esa interculturalidad, tanto en la sociedad de la que formamos parte como en nuestros Talleres.

En Boca del Río, Veracruz, México, el 4 de noviembre del 2018 (e\ v\)